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Propiedades mágicas generales de la angélica
La angélica deja atónitos a todos aquellos que practican la magia con ella ante su capacidad para proporcionar a la gente la cualidad angelical de la templanza, es decir la capacidad para elevarse por encima de los problemas presentes y esperar con serenidad el resultado de los acontecimientos.
Las cualidades medicinales antisépticas y tónicas han hecho el resto para convencer a la gente de que fue una planta entregada por dios a los hombres.
Practicar magia con angélica en 7 pasos:
- Recoja las raices en septiembre-octubre.
- Espere a que sople el viento del oeste.
- Séquelas al sol.
- Prepare un elixir de la siguiente forma: 8 gramos de raíces, 40 de azúcar, 100 de alcohol, y el agua suficiente para obtener un litro.
- Añada una piel bien pelada de la primera fruta de la temporada.
- Déjela en remojo durante 10 días.
- Fíltrelo añádale más azúcar y agua, y ya está preparado.
Utilícelo en aquellos conjuros en los que necesite el don de la templanza.
Un breve consejo: una vez que haya preparado el elixir de la templanza, y lo haya consagrado por primera vez ante el ritual de «Convocar a los Poderes», guárdelo en alguna parte donde permanezca protegido de interferencias externas.
En momentos de necesidad, puede tomar un sorbo de elixir, sentirá de inmediato sus beneficiosos efectos mágicos.
Porqué se consideró la angélica una planta entregada por dios
Es una planta del norte de Europa que en España no se encuentra en estado salvaje.
Su nombre procede del griego anghelos, que significa anunciador (los ángeles son los anunciadores de Dios). En la Edad Media se creía que Dios había dado la angélica a un monje durante un sueño para combatir la peste.
En 1656 el famoso botánico británico William Coles dijo que si un hombre llevaba encima raíces de angélica, quedaría protegido contra el mal:
«El aire contagioso que engendra pestilencia e infecta, no afecta a quienes se llevan angélica a la boca».
The Magic of herbs, C.F. LEYEL, 1932
Propiedades curativas de la angélica
Las partes utilizadas medicinalmente son el rizoma, las raíces y las semillas, si bien la planta es activa en todas sus partes.
Las hojas de la angélica son muy parecidas a las de la cicuta, planta muy venenosa, por lo que hay que saber distinguirla antes de recolectarla.
La angélica conocida popularmente como «hierba de los ángeles», es esencialmente estomacal, estimulante, depurativa, sudorífica y carminativa.
Se la considera la planta por excelencia en casos de inapetencia, debilidad y dispepsia, y está especialmente indicada para aquellas personas que sufran de estómago caído.
Alivia los dolores menstruales, favorece todas las secreciones, cura la aerofagia, las náuseas espasmódicas, las tensiones abdominales, las migrañas y las jaquecas de origen nervioso.
Asimismo se la puede usar en casos de depresión, neurosis y debilidad nerviosa.
Estas propiedades hacen de la angélica una planta muy preciada, sobre todo hoy en día, cuando los trastornos digestivos se asocian facilmente con estrés nervioso. Esta propiedad explica que en los preparados destinados a cuarar el cuerpo y la mente, la angélica se encuentre al lado de la melisa, como planta psíquica por excelencia.
Aunque la angélica resulta estimulante tomada en pequeñas dosis, es un depresivo si se toma en cantidades elevadas. Con una infusión de planta fresca (100 gramos en un litro de agua), añadida al agua de la bañera, se prepara un baño muy relajante.
Cómo cultivar facilmente angélica para aprovechar toda su mágia
Esta planta puede alcanzar una altura de uno a dos metros, por lo que debe ser cultivada en jardín. Para sembrarla debe disponer de semillas frescas, que se ponen en un cuenco durante tres noches de luna llena (la noche antes, la de luna llena propiamente dicha, y la posterior), y se dejan al aire libre para que se carguen con los rayos lunares.
Siémbrela en primavera y trasplántela en otoño, colocando las pequeñas plantas en círculo, a un metro de distancia unas de otras. Esta planta necesita un clima húmedo para crecer adecuadamente.